Monday, November 28, 2005

TRANSITOS


Me encuentro contigo en cualquier parte del universo. Sé que estás ahí. Que este medio me da la posibilidad de tenerte siempre que quiera. Por eso, no sólo duermo tranquilo sino que soy, seguramente, feliz.


Mis Tránsitos indican que estamos en esta vida para crear, compartir, amar y desarrollarnos conforme a la ley más libre de todas: la comunicación entre los seres vivos.


Me gustaría que te sumaras a esta idea de compartir todo lo que en nosotros esté para que sintamos al unísono las experiencias que nos depara la vida.


Gracias por estar ahí, donde quiera que sea.


Un abrazo


Francisco de Borja------- TRÁNSITOS

EL 42


Esa mañana me desperté sollozando como las plañideras en los funerales pero con sentimiento verdadero, no de compromiso falaz . Tomé un café para despejarme y sin olvidarme de la obligada ausencia de Laura me largué corriendo escaleras abajo a coger el 42. Estaba, como siempre, lleno de gente variopinta y ausente y con alguien dando la nota, como casi siempre. El tipo iba vestido de forma estrafalaria, con unos ropajes raídos y negros y una gorra cuajada de lágrimas de plata, superpuestas unas sobre las otras. La cara, exageradamente maquillada y con una sonrisa que incitaba al repudio , no obstante presentaba un par de dientes que asomaban convulsivamente cada vez que se reía, y no paraba de reír el muy cabrón. El ruido en el autobús era enorme, y más a esa hora en la que la mayoría de los viajeros son gente con prisa y con la mente en no se sabe dónde.Al llegar a la estación del Norte, el jovenzuelo histriónico y grosero, se bajó gritando a todos los que aún permanecíamos en el autobús ¡ Mierda, mierda, mierda¡ riéndose a mandíbula batiente, enseñando sus horribles y sucios dientes, rezumando sarro. Haciéndonos un corte de mangas general le dejamos en la parada del 42, en la estación del Norte. Jamás le volví a ver, pero su cara y su expresión desencajada nunca la podré olvidar. Se lo consulté a mi psiquiatra. pero ella no estaba por la labor de ayudar. Sólo me dijo que era cuestión de esperar. Todavía me sigo preguntando a qué..Sólo los inteligentes saben a qué atenerse..Los seres normales seguiremos a lo nuestro. Quizás algún día yo mismo vuelva a coger el 42, y antes de apearme en la estación El Norte grite ¡ mierda, mierda, mierda¡ mientras río ostentóreamente enseñando mis dientes sucios y llenos de sarro y le haga un corte de mangas a la gente mientras el 42 se aleja camino de su círculo vicioso , que como todos los círculos viciosos no nos llevan a ninguna parte más que a nosotros mismos.

Quizás sea eso la vida ¿ o no?

Amén.